11.06.2007

Viaje con retorno





CUADERNO DE BITÁCORA
VIAJE A SIERRA NEVADA DIGO A GUADARRAMA DIGO AAA…AH!
SI, SI, A GREDOS 12, 13 Y 14 DE OCTUBRE





DIA 1 LO ÚNICO CONSTANTE ES EL CAMBIO (Heráclito tú si que sabes)

El jueves a las cinco de la tarde todavía pensábamos ir a sierra nevada, cuando hablo con Manuel me dice que esta granizando en la sierra y que el pronóstico pal Jueves es malo. Cambio de destino, cambio de planes, parece que de la mitad pa arriba hará buen tiempo. Gredos o Guadarrama pueden ser un buen destino. Algo más lejos, 2 horas más, habrá que salir antes y más caro, gasolina algún peaje… Vamos justos de pelas. Mis planes y yo, yo y mis planes. ¿Quién es más imposible? Dejamos Elche entre rayos y truenos a las 9,30 horas. En busca de tiempos mejores nos dirigimos a la sierra de Gredos. Tras dos horas de lluvia y visibilidad reducida más que por la lluvia por el agua que levantan los vehículos debido al mal estado del firme de la autovía, llegamos a la Hoya de Gonzalo, ya en castilla la mancha. El firme de la autovía es una de las putas mierdas que el señor director general de tráfico y los ministros no señalan como causa de accidentes y, en fin, yo creo que en algo debe de influir. Pero es mejor echarle la culpa al conductor, que bebe, al joven inexperto, al coche que corre, a las máquinas de coser Singer, a algún punto negro ¡Punto negro! Las autovías de este país y las de pago incluidas son un ¡agujero negro! Un cafetito y un sándwich nos restauran para continuar el camino no sin antes dejar yo mi dosis de glamour en el wáter del bar pues no me dio tiempo antes de salir de casa. El desfile de las fuerzas armadas nos acompaña durante el refrigerio, sus majestades y sus excelentísimos en la tribuna. Bromas sobre si quemar fotos del Rey sería lo más adecuado delante de ese desfile. Yo me pido quemar una de Bruce Willis. Los señores de la barra parecían extraídos de una novela de Delibes (no recuerdo el título). Tras reanudar el viaje nos vimos atacados por gigantes cíclopes de cuyo ojo salían tres largos brazos que agitaban en círculo, sin duda para asustarnos. Pasamos por debajo de ellos haciéndonos pasar por ratoncillos de campo (una representación del Quijote y Sancho se veía no mucho más allá).
El cielo se va aclarando y nos baña un solecito agradable en principio, que luego ya se puso pesado y nos obligo a conectar el aire acondicionado. A las 14’00 horas entramos en la M 40 buscando siempre la A 6 dirección A Coruña (que digo yo no pasa nada por poner A CORUÑA pero si escribes Catalunya o Donosti ya empezamos con las tonterías). Ya en la A 6 pudimos disfrutar del preceptivo atasco que nos jodió todos los planes horarios que teníamos para el fin de semana. Por lo que parece algunos patriotas decidieron ver el desfile y salir de viaje después y esa fue la hora a la que llegábamos a Madrid. Aquí coincidimos con tres camiones lanzamisiles que eran transportados por sendas góndolas (Cuidado que eso lo carga el diablo). El paisaje cambió hace ya tiempo, las llanuras dan paso a las lomas, las encinas inundan con su característico olor el ambiente. La sierra de Guadarrama frente a nosotros.
No había más remedio que parar a mear y este era un buen momento. Tras perdernos en una rotonda para reincorporarnos a la A6 por no encontrar la señalización vimos un edificio presidido por una gran bandera de España que para nuestra sorpresa resultó ser un centro de salud (joder, por lo menos sabíamos que estábamos en España, mucho no nos habíamos perdido) banderas de España por toda la comunidad de Madrid, a ver si va a ser que Madrid está en España y hoy es la fiesta nacional. A partir de ese momento nos surgen continuas dudas sobre nuestro paradero, sobre nuestra identidad nacional, las fronteras del yo y las alergias atípicas psicógenas. Para qué tanta señalización que oriente a los viajeros, más banderas de España es lo que le falta a este país, qué hospitales, escuelas o bibliotecas; banderas de Españas flameantes, sin olvidar la isla de perejil. Con tanta duda sobre la identidad nacional, se nos fue la nave hacia Finisterre, como en un intento de comprobar los límites de este nuestro amado país, que un día fuera límite de este planeta antes de ser redondeta. Por lo tanto nos pasamos la desviación a Ávila, algo que nos regaló 60 KM más, quizás porque los 480 que llevábamos nos parecían pocos (incluso hicimos una paradita). Parecía ya imposible llegar a las 5 a la plataforma de Gredos. Mientras cambiamos unas 18 veces el destino, que si Ávila, que si vamos a ver que pasa, que si llegamos dormimos allí, que si ya veremos si encontramos sitio, que si dormimos arriba, que si abajo (Inma se pide arriba, yo secundo la propuesta y por muchos años). ¿Alguien ha pagado 3 peajes en 25 metros cuadrados? Bueno, pues nosotros lo hemos hecho, algo para incluir en libro de los records. Eso sí, en cada peaje nos dejaban dar una vueltecita a una rotonda y nos sonreía una señorita muy simpática (no siempre la misma, yo creo que la cambiaban), además de descontarnos un 20 % respecto del anterior.
Alcanzamos la N110 sentido Plasencia, y de ahí a la N 502 Sentido Arenas de San Pedro. Inma llama y dice que está en Ávila “pero si estabas en Cuenca”, “ya pero eso fue hace seis horas y las cosas cambian…”. El color del paisaje nos permite disfrutar del contraste otoñal, olmos y chopos se van sacudiendo las hojas teñidas con tonos ocres, mientras las coníferas mantienen un intenso verde con el que pasarán el invierno. Vacas, toros y caballos forman parte del cuadro. Llegados a Navarredonda de Gredos. Pensamos en quedarnos en albergue juvenil de Navarredonda, pues la hora ya no nos daba para subir al circo… de Gredos. Parecía que yo no era el más indicado para pedir cama en un albergue juvenil. Entró la Inma y salió con cara de no hay sitio y con unos “prospectos” que le vienen al pelo pa decirle a su mama donde no han estado durmiendo ni ella ni los otros que no han venido, ya que en ningún momento pensaron venir. Descartada también una fonda por cara, encontramos un camping en Navarredonda a sólo 30 minutos de la plataforma de Gredos, donde comenzará nuestro particular vía crucis hasta el pico Almanzor que probablemente no coronemos. Ya sentados en la escalera de la cantina del camping escribimos entre risas mientras vemos los colorines del atardecer.




Por supuesto cervecilla y copita en mano. La encargada del camping y cantinera oye que mañana queremos salir temprano y se atreve a opinar “¿para un día de vacaciones y vais a madrugar?” (Tú lo has querido, pensé yo) Le contesté que yo llevaba un año y medio de vacaciones y que raramente me levantaba antes de la una, pero que la comprendo porque recuerdo cuando yo madrugaba… me dice que vale que no hace falta que se lo restriegue (ha empezado ella , yo me callo). Entre planes para próximos puentes y unos cubaticas de Absolut que Inma descubre en una estantería, charlamos un rato a gustico, más risas y cantos charros de unos campistas que también bebían en la cantina a los que me uno en algún momento en mi afán por quedar mal.






Llamamos al refugio Elola del circo de Gredos y nos confirman que hay dos plazas para mañana noche, cena y desayuno.
Un par de frases a recordar. La primera de Inma “no pueden estar separados y por eso se repelen” si a mi me gusta esta chica es por algo.
La otra de la cantinera que al llenar la copa de vino a un cliente de confianza éste le dice: “¿ya está?” ella le contesta: “¿Qué quieres que la pise?”

Nos retiramos a nuestra parcela un poco afectados y tras cenar unos bocadillos montamos la tienda, la Inma dormirá en el coche por motivos guturales agenos a su garganta. Nos recogemos a las 12.

DIA 2 LLEGAMOS AL CIRCO Y NOS…OTROS ÉRAMOS LOS ENANOS
Yo no descansé por no tener nada para apoyar la cabeza, acabé utilizando una botella de agua de 5 litros y todo por no salir del saco, hacía un pele... Incómodo amanecí más cansado de lo que esperaba. Me cuenta Inma que sobre las 6 de la mañana vio un zorrillo que se acercaba olisqueando a la tienda, al oír uno de mis ronquidos salió echando leches hacia la espesura, siguió merodeando pero ya manteniendo la distancia. Una ardilla salió a despedirnos, cuando sobre las 11 nos dirigimos a la plataforma de Gredos, necesitaba un café. Inma aguanta estoicamente estas cosas mías de la edad (gracias cariño). La explanada que sirve de parkin en la plataforma estaba atestada de coches como un Carrefour un viernes por la tarde. En romería, con excusión del inserso, pijos y pijas castellanos y algunos jóvenes que recogían psilocibe remontamos el camino que nos lleva a 2200 metros de altitud , el paisaje es abierto hasta donde alcanza la vista hacia el norte, que queda a nuestra derecha durante la subida, con lomas redondeadas.








Al voltear la última loma el cambio es dramático, un mirador nos da una primera y espectacular vista del circo glaciar de Gredos con la laguna grande, que desde allí parece pequeña, y el refugio una caja de cerillas. Las paredes escarpadas de unos 600 metros de altura de los cerros y picos que conforman casi un círculo alrededor de la laguna, embudo donde se





acumulaba la nieve para formar un glaciar que descendía por la vertiente norte de la sierra, por donde hoy tiene la salida el agua de la laguna, se percibe claramente la roca estriada, arañada por el descenso de la lengua del antiguo glaciar y de los sedimentos que arrastraba. La roca de estas sierras es de granito de color gris y un liquen las salpica de un color amarillo verdoso. La mayoría de la gente sube hasta este mirador. Aun así somos muchos los que bajamos hasta la laguna, vamos muy tranquilos, ignorantes de nuestro destino, pues pensamos quedarnos en el refugio.






La laguna se encuentra a 1950 metros de altitud, así que a la vuelta tendremos que salvar el desnivel, que no es mucho, pero más cansados si cabe. El refugio se encuentra en el otro lado de la laguna que tenemos que bordear para darnos cuenta de que sí que es grande. El cansancio hacía mella, sobre todo en mí. No hablamos demasiado, pocas bromas, algunas fotos, remojo de los pies (a Inma le ha salido una ampolla o bambolla en el pie derecho que le va molestando). El entorno es impresionante, es una belleza que te deja pasmado, como pensando ¿por ahí tengo que pasar? Al situarte en el centro del circo tomas conciencia de la magnitud del lugar. Somos muy pequeños, del circo… los enanos. El sol calienta aunque la brisa es fresca.
A las 5 nos acercamos al refugio a por las llaves de la taquilla, guardamos las mochilas y pedimos dos latas. En el exterior Inma ve por primera vez (a mi me paso lo mismo hace 18 años y no lo he vuelto a ver hasta ahora) un artilugio chafabotes, que consiste en una base cilíndrica y sobre uno de los lados del cilindro soldado un cono del que nace un mango de algo más de un metro, todo de hierro, el cilindro debe de ser macizo porque apenas si se puede sostener con una mano y deja los botes finos como hostias de una sola hostia. Ya comentamos que hacer la cumbre del Almanzor (el pico sobre el que está el sol en el video) es arriesgado, el último tramo está muy expuesto, y la caída es de casi 600 metros. Decidimos subir hasta la portilla bermeja y acercarnos al siguiente paso, desde donde hay vista del la vertiente sur.




Elegida la ruta preguntamos al guarda del refugio el importe de la pernocta, y nos faltan 17 euros, el tipo no pone pegas y le podemos dejar la pasta enn un bar del pueblo. El problema es que hay que poner gasolina y pagar peaje, y no tenemos claro que la tarjeta nos de pasta. Nuestro paupérrimo presupuesto acaba con los planes y decidimos a las 5 y media volver a la plataforma. Yo que estoy jodidamente cansado e Inma con su bambolla pensábamos descansar esta noche en la litera del refugio y recuperar fuerzas. No será posible. La subida desde la laguna se me hace “cuesta arriba”; que si una manzana, que si un poco de agua, que si una galleta (se agradece el cariño cuando estamos "jodidicos"). Subimos aun así riéndonos de nuestra capacidad para no cumplir los planes.
El sol se pone pronto tras las altas cumbres y aprovechamos los últimos rayos directos para merendar y acabar con nuestra comida, que siempre nos llega justita pero no falta. La sombra trae el frío y bajamos por el camino empedrado a toda leche, conversando y cagándonos en las piedras con los pies ya tocados por lo duro del terreno y ya al final encendimos una linterna. Nunca habíamos amado tanto al citroen xara, tanto que esa noche dormiríamos los dos en él. Nos fuimos a cenar un gran bocadillo y un par de vinitos, yo no puedo ni con mis pelos. Cenamos y yo me quedaba durmiendo, fuimos a dormir a un parkin de caravanas. Y entre extraños sueños provocados por el cansancio, amanecimos el …
DIA 3 HOGAR HOGAR ESPERA QUE VAMOS PAYÁ
Con el coche bañado por fuera y por dentro. Entre bromas comentamos los sueños y los traqueteos de mis movimientos espasmódicos. Hambriento y desesperado en uno de mis ataques de inmediatez salimos a desayunar… et aquí , que el bar es del antiguo alcalde de Hoyos del Espino que exhibía fotos de maniobras de la guardia civil y otra en la que un tipo afeminado y finolis exponía sus trofeos de caza (un par de machos de cabra hispánica) El tipo era Franco, su aspecto contrastaba con el de los gañanes que le acompañaban y sujetaban las piezas de caza, que por el uniforme se veía que eran guardas del coto de caza. Una de las piezas tenía unos enormes cuernos que por centímetros no eran del franco, los mismo centímetros que le faltaron al guarda que lo sujetaba y al fotógrafo para ir a la cárcel o a garrote. Tras comprar comida para el viaje en el kiosko, pastelería, panadería, ultramarinos, prensa, estanco y sexshop de Navarredonda abandonamos la zona. Podríamos entrar en Ávila pero preferimos ir directos para evitar el atascazo que en Madrid se forma estos puentes ya al medio día. A las dos ya habíamos pasado Madrid y comíamos algo yo había dado una cabezada, la Inma sigue al volante segura e incansable. El tráfico en dirección Madrid ya es fluido pero intenso. Otra cabezadita de media hora y al despertar aparecen los generadores eólicos, ya no eran cíclopes, es el viaje de vuelta que nos lleva a la realidad. Y Lluna y num num ¿cómo estarán? A las 5 más o menos estábamos en casita tomamos el preceptivo cubatilla en el bar de la esquina. Los animalicos bien. Tomamos la esperada ducha después de tres días haciendo los guarros (cómo mola) y el sofá y el cansancio, perfecta combinación, hicieron el resto.

EN FIN: El plan era llegar a la plataforma a las 5 y a las 8 del Viernes estar en el circo dormir en el refugio o en la tienda y el sábado hacer alguna ruta por arriba, Almanzor u otra. El domingo bajar al coche por la mañana y volver a Elche a media tarde. Bueno pues una vez más nada, nada de nada, absolutamente nada salió como lo planeado. Bueno sí que disfrutamos como enanos y vimos lo que queríamos ver, un lugar que te calla, que te pone en tu sitio y cuya belleza daña los ojos.