4.17.2008

HISTORIA DEL ASESINATO DE INDIVIDUOS I
(El palo)
Acabar un día de parranda con reflexiones de este tipo es gratificante. Estando en mi casa ya a horas del día después, Jose (crevillentino de adopción y mecánico de profesión) dicta la siguiente sentencia palo en mano: “tu no estas aquí para pensar, para pensar está el palo” tú no entiendes al palo pero yo sí, yo hablo con el palo y te digo lo que el palo dice. El palo dice: haz o piensa o... no hagas o no pienses esto o aquello. Yo no lo digo, lo dice el palo en su infinita sabiduría. Sustituye al palo por dios, la naturaleza, el gran espíritu o lo que te salga de los huevos.

PD: ya hemos trascrito las enseñanzas del palo en un libro sagrado “La reBeeelación”, habíamos pensado un titulo menos sonoro, pero más contundente, algo así como biblia, corán, talmut... pero necesitábamos un nombre que diera confianza. De venta próximamente en tiendas de 24 horas.



DEL ASESINATO DE INDIVIDUOS II
(Los pecados capitales)

La ira, la envidia, la avaricia, la lujuria, la gula, la pereza, la soberbia

Los siete pecados capitales, cabeza de todos los demás pecados y antivalores o vicios declarados por la iglesia, han sido compartidos por nuestra cultura desde hace más  de 1000 años.
Todos ellos suponen una afirmación del yo, del individuo. Mantenernos lejos de estos comportamientos, sentimientos y pensamientos es uno de los mecanismos para anular nuestro deseo de individualidad. Declararlos pecados es, una vez más, acudir al poder divino para asegurar el cumplimiento de las normas (el palo dijo...). Además estos pecados son una condena directa tras la muerte, no pudiendo disfrutar del producto final, es decir, del paraíso (quizás la mayor estafa de la que los humanos han sido víctimas). Sólo la confesión nos puede librar de la condena (es importante conocer de inmediato cuándo y dónde hay una mala pécora, una oveja descarriada del grupo).
Aún hoy día, entre la gente joven, incluso entre personas que no han recibido una educación religiosa, se escucha al comentar los pecados capitales frases del tipo “hombre es que si te pasas…” Y es que si te pasas, hasta los besos son lesivos compadre y para ese viaje no hacía falta alforjas. ¡Vamos, no me jodas! Pues claro que si te pasas la ira es un problema pero tanto como pueden serlo las caricias (prueba y verás).
Veamos de forma sucinta cada una de estas “bestias negras” que, para más INRI, son de género femenino (ja ja ja). Las mujeres siempre cerca de los "males", y es que mira que sois remalas (jajajaja):
· La ira: la ira es el sentimiento que nos protege de las injusticias, de los ataque del resto del grupo. Es un sentimiento social que impide que seamos “tragados” por el grupo.
· La envidia: muy mal vista, sobre todo por los envidiados. Que por otra parte disfrutan en secreto de tener algo envidiable. Primeramente para envidiar lo del otro tenemos que ser uno frente al otro. Es una actitud del individuo, solo siendo individuo se puede envidiar. Sólo desde la "yoidad" se puede desear lo de la "alteridad" (je je je, toma pedantería). Además nos señala la existencia de desigualdades que pueden estar a la base de esa actitud.
· La avaricia: es curioso que la institución que ha acaparado más bienes y riquezas a lo largo de la historia considere la avaricia como un pecado. Ya que la avaricia es la actitud del acaparador del que acumula bienes y riquezas. El individuo que mira por sí mismo y para sí mismo, el que retiene para que no le falte.
· La lujuria: hoy bien vista (en un plano meramente ideológico,claro está) por ciertos sectores de nuestra sociedad. La lujuria es una de las satisfacciones del individuo, el individuo se autoafirma también a través de la satisfacción sexual, del placer sexual. Utiliza la conducta reproductiva (bien común) no como medio para procrear y traer más fieles o productores al mundo, sino como un fin en sí misma (por el placer que proporciona). De nuevo el individuo (utilizando el placer sexual) prevalece sobre los intereses del grupo (engendrar nuevos componentes del grupo). Y es que, como dice javier krahe, no todo va a ser follar. Ja ja ja
· La gula: otra de las satisfacciones del individuo. La gula proporciona placer al sujeto a través de satisfacer una de las necesidades biológicas primarias del individuo. Fijate tú, que por cagar, ¡oye! que no te tienes que sentir culpable. Claro, que un pecado capital no podía ser un pecado de mierda (chiste fácil).
· La pereza: la inactividad del individuo puede ser perjudicial para el grupo. Necesitamos sujetos que produzcan, que trabajen para “el bien común”. El bien común no es más que el bien de los poderosos. De los que reciben el resultado de nuestro trabajo, la riqueza. Un amplio porcentaje del trabajo del individuo va a parar a las arcas de lo poderosos, que curiosamente son los que hacen las normas y casualmente detestan la pereza (Eso sí, en cuerpo ajeno)
· La soberbia: máxima autoafirmación del individuo, la soberbia y sus hermanas permiten que el ser humano se considere importante como individuo. Si todos nos consideramos los seres más importantes de nuestra vida somos cada uno de nosotros (en realidad lo somos, incluso lo único necesario de nuestra vida) no nos dejaríamos pisar ni explotar por nadie. Difícil de manejar un grupo de soberbios.

Seguiremos hablando del tema en próximas entregas.